Más de la mitad de los problemas de salud mental se desarrollan en la niñez y la adolescencia, lo que subraya la importancia de su detección temprana y atención oportuna, señaló el doctor Oscar Sánchez Escandón, especialista del Centro Neurológico y de Sueño.
Explicó que la niñez y la adolescencia son fases fundamentales en la formación emocional y cognitiva de una persona. Durante estos años, experiencias negativas, ambientes poco seguros o la ausencia de apoyo psicológico pueden dejar huellas profundas en la salud mental.
“Si estas señales no se reconocen y atienden a tiempo, es probable que los problemas se intensifiquen con los años y deriven en complicaciones durante la vida adulta, como dificultades en las relaciones, bajo desempeño escolar o laboral, y una mayor predisposición a otros trastornos”, advirtió.
El neurólogo afirmó que la salud mental y el cerebro mantienen una relación directa y compleja, pues las emociones, los pensamientos y los comportamientos humanos tienen su origen en procesos cerebrales, donde los neurotransmisores y ciertas regiones como la amígdala o la corteza prefrontal desempeñan un papel clave. Cuando estas funciones se ven alteradas pueden surgir trastornos como la ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar.
“El cerebro rige la conducta y muchas funciones que conocemos como mentales, entre ellas integramos la memoria, el juicio, el cálculo, el contenido del pensamiento, pero también la ejecución de tareas, de movimientos, la expresión de nuestro estado de ánimo. Cuando alguno de estos se ve afectado y sufrimos de fallas de memoria, alteración en la ejecución de tareas, olvidos, cambios importantes de estado de ánimo que comprometan nuestras relaciones personales o trabajo, podemos estar ante un problema de salud mental”, abundó.
Por otro lado, dijo, hay otros factores sociales que también pueden afectar la manera en que el cerebro procesa la realidad, como es vivir bajo estrés constante, atravesar traumas o enfrentarse al aislamiento social. De ahí la importancia de que la salud mental se entienda hoy como un fenómeno que combina lo neurobiológico con lo social.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete adolescentes de ente 10 y19 años vive con un trastorno mental. Mientras que según información del Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos, en 2019 casi el 7% de los niños de entre 6 y 9 años tenían algún trastorno mental diagnosticable.
A propósito del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora el 10 de octubre y este año tiene como lema “Acceso a Servicios: Salud Mental en Contextos de Catástrofes y Emergencias”, el especialista recordó que durante la pandemia de COVID-19, los casos de depresión aumentaron al menos un 25 % a nivel global, lo que evidenció la urgencia de priorizar la salud mental con la misma seriedad y recursos que otras áreas de la atención médica.
En México, el 16.7 % de la población mayor de 20 años presentaba depresión en 2022, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), mientras que en adultos mayores la tendencia es mayor y alcanza hasta el 38.3 %, siendo la soledad y el aislamiento factores clave de riesgo para estos trastornos en ancianos.
Sánchez Escandón dio algunas recomendaciones para cuidar la salud mental:
- Calidad de vida. Tener cubiertos factores satisfactores básicos: vivienda, alimentación, cobijo.
- Tiempo y sana convivencia con quienes compartimos espacios.
- Dormir lo suficiente.
- Practicar ejercicio de forma regular.
En caso de presentar algún problema, sugirió acudir con especialistas en psicología, psiquiatría y neurología, aunque, en algunos casos, es necesaria una intervención multidisciplinaria para atender el problema.



